Miércoles, 5 de diciembre de 2007. Apenas se acercaban las vacaciones y David Arnold. Y yo, ya teníamos planes, todo estaba más que hecho, lo que más nos apasionaba era la música, tocar, él la guitarra, yo la batería, aunque también nos gustaba eso de la cantada. De hecho, ya teníamos unas treinta canciones. De nuestra propia autoría, de esas que te invitan a la reflexión . Todo iba de maravilla entre él y yo.

Miércoles, 5 de diciembre de 2007. El comunicado solicitaba ayuda de la policía de su ciudad. El alcalde dio total poder al jefe de la vigilancia, para que se encargara del caso mando a un grupo de cinco agentes a investigar el lugar; nunca llegó. Lugareños avisaron a la estación que había una. Inmediatamente partió el helicóptero con los ocho integrantes de un escuadrón especial. Dos días después en las.

Miércoles, 5 de diciembre de 2007. Al salir cerré la puerta y empecé a caminar por la acera. Observé mis desgastados zapatos, el polvo seco acartonaba mi piel. En la esquina encontré a una vieja amiga, su cabello tan brillante me hizo sentir envidia, después de los típicos saludos, intercambiamos teléfonos. Al mirar el almendrado cielo, vino a mi mente una imagen que hace años estaba muy presente, sì, era.

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